lunes, 9 de noviembre de 2009

Sobre la Naturaleza de los Ángeles, Cuarta Parte


¿Pueden los Ángeles predecir el futuro?

16 Y aconteció que, yendo nosotros al lugar de oración, nos encontró cierta sirvienta que tenía un espíritu, un demonio de adivinación. Ella proporcionaba mucha ganancia a sus amos practicando el arte de la predicción. 17 Esta [muchacha] seguía detrás de Pablo y de nosotros y gritaba, usando estas palabras: “Estos hombres son esclavos del Dios Altísimo, los cuales les están publicando el camino de la salvación”. 18 Esto lo siguió haciendo por muchos días. Por fin Pablo se cansó de ello y se volvió y dijo al espíritu: “Te ordeno en el nombre de Jesucristo que salgas de ella”. Y salió en aquella misma hora. (Hechos 16: 16-18)


(1 Samuel 28: 6- 19): "Aunque Saúl inquiría de Jehová, Jehová nunca le contestaba, ni por sueños ni por el Urim ni por los profetas. 7 Por fin Saúl dijo a sus siervos: “Búsquenme una mujer que sea perita en mediación espiritista, y ciertamente iré a ella y la consultaré”. Entonces le dijeron sus siervos: “¡Mira! En En-dor hay una mujer que es perita en mediación espiritista”.
8 Así que Saúl se disfrazó y se vistió con otras prendas de vestir y se fue, él y dos hombres con él; y llegaron a la mujer de noche. Ahora dijo él: “Usa adivinación para mí, por favor, por mediación espiritista, y haz subir para mí al que yo te diga”. 9 Sin embargo, la mujer le dijo: “Mira que tú mismo sabes bien lo que Saúl hizo, cómo cortó del país a los médium espiritistas y a los pronosticadores profesionales de acontecimientos. ¿Por qué, pues, estás obrando como un entrampador contra mi alma para hacer que se me dé muerte?”. 10 Inmediatamente Saúl le juró por Jehová, y dijo: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová, culpa por error no te sobrevendrá en este asunto!”. 11 Ante esto, la mujer dijo: “¿A quién hago subir para ti?”. A esto él dijo: “Haz subir a Samuel para mí”. 12 Cuando la mujer vio a “Samuel” se puso a gritar a voz en cuello; y la mujer pasó a decir a Saúl: “¿Por qué me embaucaste, cuando tú mismo eres Saúl?”. 13 Pero el rey le dijo: “No tengas miedo, pero ¿qué viste?”. Y la mujer pasó a decir a Saúl: “A un dios vi que subía de la tierra”. 14 En seguida él le dijo: “¿Qué forma tiene?”, a lo que ella dijo: “Es un viejo que sube, y está cubierto con una vestidura sin mangas”. Ante eso, Saúl reconoció que era “Samuel”, y procedió a inclinarse rostro a tierra, y a postrarse.
15 Y “Samuel” empezó a decir a Saúl: “¿Por qué me has perturbado y has hecho que me hagan subir?”. A lo que dijo Saúl: “Estoy en grave aprieto, puesto que los filisteos están peleando contra mí, y Dios mismo se ha apartado de mí y no me ha contestado más, ni por medio de los profetas ni por sueños; de modo que te llamo para que me hagas saber lo que he de hacer”.
16 Y “Samuel” pasó a decir: “¿Por qué, pues, inquieres de mí, cuando Jehová mismo se ha apartado de ti y resulta ser tu adversario? 17 Y Jehová hará para sí tal como habló por medio de mí, y Jehová arrancará de tu mano el reino y lo dará a tu semejante, David. 18 Como no obedeciste la voz de Jehová, y no ejecutaste su ardiente cólera contra Amaleq, por eso esta es la cosa que Jehová ciertamente te hará en el día actual. 19 Y Jehová también dará a Israel juntamente contigo en la mano de los filisteos, y mañana tú y tus hijos estarán conmigo. Hasta el campamento de Israel dará Jehová en la mano de los filisteos”.

Es interesante que tanto en el relato de Hechos y de 1 Samuel los ángeles rebeldes utilizan a ciertos humanos como "catalizadores" o sujetos con ciertas habilidades atrofiadas (por la imperfección), pero que tienen cierta sensibilidad. No obstante, el poder de adivinación viene del demonio, ya que una vez expulsado, el conducto humano pierde efectividad.

En el caso de Pablo, el espíritu por deducción sabía quienes eran los apóstoles. En el caso de Saúl, observamos claramente que la Médium observa a un dios (un ángel). Luego, éste toma el aspecto de Samuel, y lo imita a la perfección, haciendo creer a la Médium y a Saúl, que es el mismo Samuel aparecido de entre los muertos.

El ángel que imita a Samuel sabe por deducción lógica, y por lo que había escuchado de Samuel en vida, que el final de Saúl no sería bueno. Por lo tanto, los ángeles no pueden adivinar el futuro, pero sus mentes son capaces de sacar proyecciones estadísticas y tendencias probables de acuerdo a lo que está decidiendo la persona con sus actos. De ésta forma, son capaces de dar supuesta información sobre un futuro posible, pero no absoluto.

Es así como engañan a través de las artes adivinatorias a muchas personas. No obstante, el futuro realmente no lo pueden determinar, solo sospechar, influir, y lanzar un pronóstico cercano. Es como el lector del tiempo. La dirección de las nubes y las masas del aire le dan una idea de lo que puede venir mañana, y en muchos casos acierta, pero en otros no, ya que el simple cambio en el viento puede alterar toda la supuesta predicción del clima.

La profecías bíblicas son muy distintas, ya que solo Jehová, quién está sobre el tiempo y el espacio, puede darlas con fidelidad.