miércoles, 27 de enero de 2010

Si hubiesen mundos con seres perfectos, ¿no se les habría llamado para que testificasen que la gobernación de Dios si funcionaba?


Aparentemente esta pregunta pudiera ser una dificultad, ya que Dios ha utilizado a testigos humanos en favor suyo. No obstante, no debemos perder el quid de la cuestión universal.

Es bueno recordar que la rebelión original planteó una cuestión más abarcadora y clara. En realidad Satanás planteó lo siguiente: ¿Puede el hombre gobernarse a sí mismo con éxito sin la ayuda de Dios?

Si los humanos de la Tierra hubiesen sido los primeros, Satanás no habría armado la rebelión. En realidad, habría esperado su turno y luego habría gobernado a los humanos. No obstante, la Biblia no dice eso. Esto nos muestra que ya antes existía un punto de comparación.

En realidad ahora Satanás quería probar lo contrario, lo siguiente: él quería demostrar sí los seres físicos pueden gobernarse con éxito sin Dios. Ese era el experimento nuevo. Quería demostrar que su gobernación independiente de Jehová podía resultar. Por eso se le permitió probar su acusación y que el hombre se gobernara a sí mismo. ¿Qué pasaría si el hombre tiene éxito por si mismo? Satanás probaría que es igual a Dios en el sentido que podría darle lo mismo al hombre, lo mismo que puede darle Dios. En este aspecto se cuestionó la soberanía universal de Jehová. Su derecho a ser gobernante del entero Universo (incluyendo a otros mundos), no solo de la tierra. De lo contrario, se le llamaría la cuestión de la soberanía terrenal.

Por que si Satanás probaba su afirmación, se podría decir que su gobierno era tan bueno como el de Jehová, y Dios ya no sería el soberano único y legítimo del universo. Su gobierno no sería entonces el mejor para el universo. Habría otra alternativa con posibilidad de éxito. Ésa era la cuestión.

Satanás no cuestionó si la gobernación de Dios funcionaba o no (o si Jehová era más poderoso). De lo contrario, hubiera desistido de su rebelión y habría dejado a Jehová gobernar. La cuestión universal es realmente al revés:

La pregunta que lanzó es: ¿Pueden las criaturas autogobernarse con éxito en independencia de Dios? Eso era la nuevo: La independencia.

Esto armoniza sin duda con la posibilidad de más mundos habitados, y de hecho engrandece el propósito de Jehová, lo hace más atractivo, y aumenta la importancia de la cuestión universal.

¿Por qué razón? Por que Satanás en el fondo quería probar que su rebelión haría de la Tierra un mundo exitoso en independencia de Dios. Como superintendente (o administrador) de la Tierra, se le permitió hacerlo. Qué probara su afirmación. Así se zanjaría la cuestión para el resto del universo. Cómo comentó la revista ¡Despertad! “En el futuro, y por toda la eternidad, Dios podrá utilizar lo que ha sucedido durante estos últimos miles de años como un caso que sienta jurisprudencia en un tribunal supremo y si en alguna ocasión futura, en cualquier lugar del universo, volviesen a surgir preguntas tocante a la soberanía de Dios o el uso propio del libre albedrío, se aplicaría el precedente que se ha sentado” (8-10-1990).

Una autora se expresó de manera semejante: “Si Satanás hubiera probado con éxito su alegación en la Tierra, habría extendido su rebelión a los mundos superiores, a los mundos que no habían pecado. Debido a su contundente fracaso ésta cuestión se está resolviendo”. Cómo vemos, se nos amplia el horizonte bíblico, y esto de ninguna manera contradice lo que la Biblia expone. Al contrario, engrandece la visión del Propósito de Dios y la Cuestión Universal.