viernes, 21 de agosto de 2009

Sobre la Pluralidad de Mundos y la Biblia Parte VII


8) PREGUNTA: Pero, creer en extraterrestres, ¿no estará relacionado con el espiritismo?

Nuevamente volvemos a mezclar cosas que se asocian por falta de información. El tema OVNI no está necesariamente relacionado con vida MATERIAL fuera de la tierra (en otros planetas). Debido a la ignorancia, las películas y medios informativos, la gente lo mezcla, pero la verdad no es así. Para los investigadores serios este tema pudiera tener múltiples causas. Es así como la vida en otros planetas se aleja incluso de ésta cuestión. Pero antes de recalcar éste punto, es necesario hacer otra aclaración para el lector sobre términos que se confunden. Éstos términos podrían relacionarse según el conocimiento o creencia particular, como también no relacionarse, PERO NO SON LO MISMO:

- Vida en otros Planetas o Pluralidad de mundos habitados (sobre lo que trata esta investigación): Vida física (similar o desconocida) en otros mundos. Probablemente lejos del sistema solar.

- Extraterrestres: Seres no terrestres dicho de manera simple. Criaturas originarias fuera de la tierra. Puede ser Dios (espíritus fuera de la tierra), ángeles, el diablo, demonios, etc. Seres de otras dimensiones o planos. Seres físicos de otros mundos materiales. Seres desconocidos que ni siquiera imaginamos. Cómo vemos, éste término es más amplio.

- OVNIS: Objetos voladores no identificados. Cualquier objeto que se desplaza por el aire, mar o el espacio, que no tenga explicación convencional y que sea anómalo a lo conocido oficialmente (descartando un globo sonda, explicaciones metereológicas, confusión visual, fraude, etc.). Cuando no tiene explicación normal se le llama OVNI. Las fuerzas armadas tienen constancia oficial de la realidad y existencia de éste fenómeno. Sus gentes y aparatos militares los han detectado y grabado. Ahora bien, las personas por ignorancia popular los asocia inmediatamente con platillos volantes o extraterrestres, o vida en otros planetas, mezclando todos los términos. La explicación al fenómeno ovni es tan amplia que es imposible encasillarla a una sola causa.

Los investigadores serios de los ovnis han concluido (después de décadas de investigación) que no hay una sola causa para el fenómeno, sino más bien múltiples causas que son desconocidas. Ahora, habría teóricamente algunas causas después de un filtro. Entre las posibles causas para los avistamientos quedarían:

- Confusión visual.
- Fraude.
- Arma supersecreta de algún país que superaría las leyes conocidas de la aviación.
- Alguna relación con fenómenos psíquicos. Espiritismo (demonios).
- Viajeros del tiempo (teoría de Einstein sobre el fenómeno).
- Fenómenos atmosféricos desconocidos para la ciencia.
- Inteligencias de otra dimensión.
- Seres de otros planetas en "naves".
- Sin explicación.

Cómo se observa, la relación con el espiritismo es solo en algunos casos puntuales. Es un porcentaje claro. Y los casos han sido definidos. De hecho la gran mayoría de los que han tenido avistamientos de ovnis jamás han tenido contacto con algo espiritista. Hay hasta científicos escépticos y militares que los han presenciado en sus radares, aviones, y nadie estuvo en alguna sesión ocultista. Existen satelites que los han fotografiado y luego de varios días, las fotos se han conocido. Incluso, cualquier persona, de cualquier tipo, posición, raza y posición, ha presenciado éstos objetos que pueden tener múltiples causas. Hay hasta cristianos maduros, superintendentes de circuito, misioneros y personas activas que han visto algún objeto extraño con movimiento inteligente en los cielos. Claro, pero por lo general son discretos y su experiencia no suelen divulgarla. Además, no se complican sobre el asunto pero tampoco lo niegan.

Pero aún así, el tema de los ovnis, no tenemos que asociarlo a priori con la vida en otros planetas. El creer en vida extraplanetaria tampoco tendría que volver fanático a alguien que es razonable. Lamentablemente no faltan los fanáticos, pero esos hay en todos lados, hasta en las religiones. El que alguien haga espiritismo a través de los santos, Jesús y la Virgen (como sucede en países como Brasil), no significa que Jesús, María y los santos (apóstoles) sean de origen demoníaco. Lo mismo pasa con los ovnis y la vida en otros planetas. El que alguien se vuelva fanático del asunto y hasta lo mezcle con espiritismo (e incluso los demonios actúen) no significa que la vida en otros planetas sea demoníaca en sí, tal como creer en Jesús de hecho no lo es, aunque muchos espiritistas lo invoquen en sus sesiones y los espíritus malignos se hagan pasar por "santos" buenos. Los espiritistas usan hasta la Biblia en algunas sesiones y no por eso la Biblia está contaminada. El peligro del fanatismo y la oscuridad está en todos lados.

Cómo han dicho los investigadores serios, no faltan los locos o “iluminados” que se aprovechan de los fenómenos no explicados, ya sea en la religión, la Biblia, los fenómenos actuales como son los ovnis, y crean sectas de fanáticos y de supuestos contactados. Y allí es donde hay que tener cuidado. Un grupo de investigadores serios comentó: “El fenómeno existe, pero de allí a que aparezcan ciertos personajes o grupos que aseguren tener mensajes, hay que tener especial cuidado en tomarlos por ciertos”. El peligro del fanatismo es inherente en el ser humano, cuando éste convierte su investigación en una obsesión que lo desequilibra. Pero esto puede suceder en cualquier campo de la vida.

No obstante, tampoco debemos caer en el extremo de condenar todo lo que no podamos explicar. Recordemos a nuestros bisabuelos, que tomaron “por magia” los primeros aviones y la reproducción de los primeros sonidos, a través de la radio. Algo tan común hoy, pero considerado “mágico” y sobrenatural en esos tiempos. Por cierto, algunos inventos geniales fueron repudiados por los mas ortodoxos que veían en esos prodigios manifestaciones demoníacas.

Por lo tanto, para alguien razonable, creer en la posibilidad de vida en otros planetas no es algo que le de vueltas todo el día, ni lo deje dormir, tal como no nos da vuelta el que exista gente en China, India, y otras partes del mundo, aunque eso hace mil años era impensado. Y tal como no nos dan vuelta las maravillas “modernas” como los celulares, aviones, etc., aunque eso habría parecido “magia” hace mil años. Los aceptamos como realidades y posibilidades diarias. Tampoco nos obsesionamos con eso. Obviamente no faltan los “fanáticos”, pero de esos hay en todos los campos.

Antes del siglo XX la ciencia decía que ningún objeto más pesado que el aire podría volar. Se basaban en decenas de tratados matemáticos que respaldaban aquello. Pero en 1783 se lanzó un globo de hidrógeno sobre París, de 28 metros cúbicos. El artefacto bajó de entre las nubes, a 25 kilómetros de distancia, siendo atacado por los aldeanos del lugar, que lo consideraron un monstruo tripulado por los demonios y Satanás. Los pobres pilotos fueron apaleados por la gente de la aldea. La Iglesia enseñaba que violar la ley de la gravedad era algo diabólico. Hoy matemáticos y hasta el mismo Papa se pasean por los aires en sendos aviones que elevan hasta 500 personas. Hoy es absurdo verlo como algo satánico y anticientífico.

Existe un peligro en considerar imposible (en el caso de la ciencia) y satánico (en el caso de la religión) a todo a aquello que no podamos explicar. No se quiere decir con esto que no haya que ser precavido, pero también no hay que ser obsesivo con cada cosa que no entendamos. Tenemos la obsesión de catalogarlo todo y explicarlo todo. Somos como niños aún conociendo un orden infinitamente viejo y enormemente sabio. Creemos saberlo todo, pero no es así en absoluto. A veces es bueno y sano decir: “No lo sabemos. Aún no hay explicación. Dejemos el misterio”. Claro, exige humildad. Einstein dijo "Lo más bello que podemos experimentar es el misterio de las cosas". Isaac Newton comentó también: "No sé qué podré parecerle yo al mundo, pero tengo para mí que no he sido sino un muchacho que juega a la orilla del mar, que se distrae de cuando en cuando al encontrar un guijarro más liso o una concha más bella que las habituales, mientras el gran océano de la verdad se extendía ante mí aún por descubrir."