Ahora bien también tenemos pruebas externas que nos aportan información sobre esta cuestión. Las matemáticas, cómo ciencias exactas aplicadas a la realidad confirmada y descubierta por la astronomía actual, nos refieren a la ecuación del radioastrónomo Francis Drake. Ésta es una fórmula que sirve para estimar la cantidad de civilizaciones que puede haber en la Vía Láctea, nuestra galaxia. La fórmula es:
N = R* x fp x n e x fl x fc x l
Aunque aparenta ser un poco complicada en realidad consiste en multiplicar diversos valores estimados, tales como el número de estrellas que se forman en la galaxia, el número estrellas en las que se considera que puede haber planetas (haciendo un enorme descarte de varias), los planetas en los que podría haber vida en cada sistema solar, etc. El resultado, después de un gran filtro, es un número que indica cuántas de esas civilizaciones tendrían capacidad de comunicarse (que no es lo mismo que interés en comunicarse, tal como veremos después). Esto, incluso, deja fuera a otras civilizaciones que no podrían comunicarse con nosotros y formas animales o vegetales que pudieran existir. Éstas otras formas de vida, quedan fuera de la ecuación. Ahora bien, ¿Cuál es el resultado? La estimación es de 10.000 civilizaciones solo en la Vía-Láctea: estaríamos lejos de ser una civilización única y solitaria. Ahora bien, se estima que ¡existen más de cien mil millones (1011) de galaxias en el universo observable! Esto ha sido demostrado por las observaciones de los telescopios espaciales como el Hubble y las redes de observatorios mundiales.
La inmensidad comprobada del universo nos hace razonar que éste debería ser un lugar rebosante de vida, incluso aunque ésta estuviera separada por grandes distancias entre los espacios, incluso decenas de años luz de distancia. Esto concuerda claramente con el tipo de persona que es Dios: “Porque contigo está la fuente de la vida” (Salmo 36:9). Al observar la creación en la Tierra, el hombre no cesa de descubrir nuevas formas de vida. La vida no es un fenómeno aislado, sino más bien común. Jehová es un ser que se deleita en crear vida y variedad rebosante. La tierra es una partícula infinitesimal en la creación. Pero la tierra no es toda la creación, sino una parte minúscula de ésta. Llegamos a la conclusión de que la vida entonces debe ser lo más común en el cosmos y no al revés. Lo extraño sería que no hubiera vida aparte de la Tierra.
La lógica y la capacidad de razonar (la misma lógica que usamos para llegar a la conclusión de Algo Hecho = Hacedor), nos hacen llegar a la conclusión de que sería muy raro que un arquitecto solo hiciera habitable un piso pequeño de un inmenso edificio de 100 pisos. Tal como dijo el poeta Metrodoro, un universo que solo contuviese un mundo habitado sería tan inverosímil como un gran campo en el que solo creciese una espiga de trigo. Esto sin duda choca contra la lógica de la simetría y equivalencia-distribución que se repite en todas partes de la creación. Si en toda la tierra la vida está repartida y equilibrada dentro de una unidad llamada plantea, lo lógico es que esa distribución armónica se repita en la creación, tal como se repite la distribución-organización en cuanto a estrellas, sistemas solares, constelaciones, galaxias, y super cúmulos de galaxias. Es razonable que siguiendo este esquema simétrico la vida también esté presente en esas estructuras repetidas estelares, tal como en una de ella, de hecho lo está, como es la tierra.
La ciencia, cómo vemos, puede armonizar también con la revelación bíblica en estos puntos. Hace décadas muchos se burlaban sobre la posibilidad de planetas fuera del sistema solar. Pues bien, los adelantos en los telescopios han permitido encontrar más de 270 planetas extrasolares en unos cuantos años, y en 2006 ya se había hallado uno de características similares a la tierra (girando alrededor de una estrella apropiada) a 20.000 años luz de nosotros. A medida que pasen los días, se seguirán detectando más planetas. Cómo analizamos antes, la Biblia ya hablaba de la existencia de mundos o planetas, y solo es cuestión de tiempo para que los hallazgos científicos ratifiquen que no solo hay más mundos, sino que también pueda existir vida en ellos.
Qué interesante es la opinión de algunos estudiantes de la Biblia, investigadores sinceros de todas las épocas, libros supuestamente sagrados, y observadores de este tema. He aquí sus "sorprendentes" declaraciones:
“Con toda su grandeza, el sol no es sino una de las “estrellas fijas”que la astronomía moderna calcula en ciento veinticinco millones. Y sin duda que cada una de esas “estrellas fijas”tiene un sistema planetario parecido al nuestro. De esta manera podemos calcular que hay mil millones de mundos, pero aún así no logramos incluirlos todos. Si nos parásemos en la más lejana estrella, desde allí seguiríamos descubriendo más mundos, tal vez en mayor número de los hasta ahora descubiertos. ¡Nos asombra la grandeza del Universo!” (...) “Como Dios no hizo la tierra en vano, sino para que fuese habitada, este mismo principio se aplica sin duda a los demás planetas de nuestro sistema solar, como también a los otros mundos que los astrónomos nos aseguran que se cuentan por millares” - (C. T Russell, Foto Drama de la Creación.)
“Existe un universo infinito con mundos infinitos. Hay innumerables soles con un sinnúmero de tierras que giran alrededor de dichos soles. Estos planetas no son visibles porque las estrellas se hallan a enormes distancias de nosotros, y deben haber en nuestro sistema solar otros planetas aún no visibles. Si se acepta el punto de vista de que el universo es infinito o inmenso, lo que resulta inevitable, en tal caso suponer que está habitado por una limitada e imperfecta población de seres inteligentes, es incompatible con la infinita bondad y perfección de Dios y Sus Obras. Debe haber un infinito número de seres moralmente más perfectos, habitando la infinitud de mundos creados por Dios”. (Giordano Bruno, quemado por la Inquisición en 1600 por éstas ideas).
“Esta tierra es sólo una de las muchas creaciones sobre las cuales Dios preside. "Y he creado incontables mundos", dijo Él, "y también los he creado para mi propio fin; y por medio del Hijo, que es mi Unigénito, los he creado". En su magnificencia, el planeta Tierra es parte de algo aún más grandioso: es parte del gran plan de Dios."-(Russell M. Nelson)
"Gloria a Allah, el Señor de los Mundos.", y más adelante: "Bendito sea el que hizo descender el Corán sobre su siervo, a fin de que fuera un profeta para los mundos" (Corán, 25, 1)
“Yo, mis manos, extendieron los cielos, y a todo su ejército mandé”. (Isa. 45: 12). Parece que muchos tienen la idea de que este mundo y las mansiones celestiales constituyen todo el universo de Dios. No es así. Dios tiene infinidad de mundos que obedecen su ley. Esos mundos son gobernados teniendo en cuenta la gloria del Creador. Cuando los habitantes de esos mundos consideran el elevado precio que se pagó para salvar al hombre, se llenan de asombro”. (Ellen Harmon)
“La Suprema Personalidad de Dios dijo: Mi querido Arjuna, ¿cómo te han aparecido estas impurezas? No son propias en absoluto de un hombre que conoce el valor de la vida, y no conducen a los planetas superiores de los seres justos, sino a la infamia”. (Bhagavad-gita 2.2)
Así que hay bastantes pruebas externas y razonamientos lógicos sobre este asunto. Lo mas importante es que el tiempo ha probado todas éstas declaraciones, y no ha sido al revés, qué éstas declaraciones hayan sido fantásticas. Al contrario, la observación astronómica y la ciencia lo ha confirmado. Solo 3 hechos del siglo XX, sin mencionar siquiera lo que creían antes de aquel siglo:
En los inicios del siglo XX, la mayoría de los astrónomos pensaban que la Galaxia de la Vía Láctea era todo el universo, con una extensión de tan sólo unos pocos cientos de años luz. Se conocían solo los planetas del sistema solar (Plutón descubierto 18-02-1930). Muchos se burlaban de la posibilidad de planetas fuera de éste sistema planetario.
Edwin Powell Hubble en 1924 descubre por observaciones que hay miles de galaxias, y que la nebulosa Andrómeda no es tal. Más bien es una galaxia como la Vía Láctea con millones de estrellas y sistemas solares en su interior. A su vez se descubrieron miles de galaxias más.
A finales del siglo XX y a principios del XXI el telescopio espacial Hubble (en honor al astrónomo citado) y las decenas de observatorios más avanzados repartidos por el globo, han ampliado a más de 100 mil millones de galaxias la cantidad actual. Hasta diciembre de 2007 se habían descubierto más de 270 planetas extrasolares (fuera del sistema solar) y la cantidad sigue aumentando.
La ciencia y la observación han confirmado las "visiones” de aquellos visionarios y “locos” de antaño que pagaron con su vida por declarar estas verdades. ¡Qué vergüenza para la humanidad el haber ejecutado a sus propios avatares del conocimiento acerca del cosmos!
Nota: La última foto es del Telescopio Espacial Hubble, y muestra millones de galaxias en el espacio profundo. Repito: No son estrellas, son galaxias. Y cada una de ellas tiene millones de estrellas. Y cada estrella puede ser un sol para alguien.
Hace poco apareció la siguiente noticia en Internet:
La Vía Láctea contiene millones de planetas parecidos a la Tierra
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/02/16/ciencia/1234808001.html
El tiempo está confirmando ésta realidad...